Soy una
gorda normal. Fui tremendamente infeliz de niña en mi vida del colegio, las demás
niñas no jugaban conmigo porque era gorda, los niños no me hablaban porque era
gorda, la gente de mi edad se burlaba… porque era gorda. De mis primos soy la
gorda. De mi grupo de amigas soy la gorda, de mis ex, fui esa novia gorda.
Se lo
que es desayunar con un vaso de refresco, se lo que es comerse dos hamburguesas
y esperar llegar a casa para cenar, se almorzar dos veces, comerme lo que queda
de una pizza, salir sola a una pastelería y devorar todo lo que mi billetera
pueda pagar. He llorado comiendo, he reído comiendo, me he sentido sola
comiendo, he comido en familia.
A mis
21 años me visto como quiero, tengo a las personas
adecuadas que me quieren y yo las quiero a ellas. Hace mucho deje de creer lo
que extraños te dicen y le dy importancia a quienes viven contigo, en tu mundo. Entonces,
¿quiero convertirme en una de esas niñas que no me dejaban jugar con ellas? ¿quiero
poder comprar lo que se me antoje en Bershka? NO
Quiero
saber que pasa conmigo si cambio mis hábitos, quiero conocerme retándome, la
mente, ese matrimonio para siempre de todos. Quiero saber como vive esa parte
del mundo, esa gente saludable, esa gente que puede sentarse cómodamente en un
asiento de un avión. Simple curiosidad. Muchos apoyan que comer mejor, entre
muchas otras cosas te hace mas feliz y produce cambios positivos en las
personas, y yo soy una persona ¿Por qué no intentarlo?
Hago
esto por mi, porque me gustaría saber
que cambiar se puede, porque bien podría escribir sobre ser gorda, eso lo se
muy bien, mis mas de 20 años de experiencia lo confirman, pero ¿Qué pasa si
hago otra cosa? Aprender cosas, experimentar otras cosas, ponerte en otro
sitio, intentar algo nuevo. Suena divertido.
“Eres
una gorda que piensa como flaca” hace mucho me dijeron con gracia y esa frase
se me quedo grabada, no se por que se los comento pero me pareció que abría
espacio para ella en este primer post.
Aunque
sea el día 1 de este blog no es el día 1 en el camino, en marzo de este año
pesaba 96 kilos y medio echa la loca y completamente aterrorizada de llegar a las tres cifras 100 kilos, decidí retroceder.
Lo demás
lo escribiré luego.