Día 27: Morder el anzuelo

¿Contame qué hago yo comiendome tres chocolates antes del día de pesaje? ¿En qué estaba pensando esta mañana? Y lo peor no es eso, lo peor es el malestar que me han causado, me siento fatal, el estómago es una piedra y he pasado el día con fatiga, fue demasiado, y yo de necia, porque bien que podía dejarlos en la mesa e irme a hacer lo demás, pero no, alli estaban, ta suecos, tan ricos, tan chocolate sabroso. Lo único que me queda es patalear y tomarme un tè con la esperanza de que no reviente el peso mañana y seguir con la furia de vegetales.

¿Será autosaboteo? Porque muy bien que se que los miercoles son de pesaje y tengo mas que sabido las calorias y los gramos de grasa de esos pequeños demonios. BRUTA DIANA, BRUTA.

Esto es una competencia entre cuerpo y cerebro porque mirado hacia atrás no es hambre lo que tengo, tengo ansiedad, extrañez por el cambio, me fijo en cosas que antes ni idea tenia de ellas. Yo, Diana, una mujer de las artes contando calorias y con preocupaciones de tener listo el desayuno de mañana, y no es que menosprecie esas cosas, pero si, y esta mal eso, eso si lo se, pero asi me siento.

Respiro hondo que si mañana salgo con las tablas en la cabeza, mañana también es el inicio de otra semana para hacer las cosas bien. Que asco me doy a veces con estas frases de animo, pero funcionan y estoy agotando cada recurso para lograr lo que quiero