Efe cinco

Saludo tímidamente. Sonrío al monitor aun tratando de reponerme del cardio y contenta por la reparadora ducha. En la cocina hierven dos huevos mientras trato de seleccionar un solo tema para concretar en este post. La cabeza se me revuelve, imágenes de calles, huevos revueltos en el comedor de algún hotel, esa septima cerveza tal vez estuvo de más, esa receta de salsa boloñesa vegana que aun tengo que escribirles, la avena de anoche, ese innecesario Vine, las cervezas que seguro tomaré el viernes en algún lugar de la ciudad... y pienso que esto se trata de dar y recibir, sin mayor angustia o reproche interno,se siente bien tomar conciencia de tu cuerpo, esto que es tuyo hasta que mueras, tus brazos que tantas personas han abrazado, cada parte de ti sufre y se emociona con cada cosa que te pasa, o con lo que no te pasa. Esta bien no cumplir el plan todo el tiempo.

Y vengo liviana (como al espuma de las orillas) recuerdo que en septiembre pasado juraba que para agosto estaría en los 63 kilos y no me malinterpreten, pienso hacerlo, pero mientras mas vivo este cambio, mas me convenzo que los números en este asunto no deben ser cuchillos en los dientes, pero si bien no soy la mar de ordenada, ni la mas metódica, éstos me han sido de ayuda mas de lo que mi razón admite. Llevo ya varias semanas sin pesarme, un poco por lo que les acabo de decir, un poco por que ando un poco como pollo sin cabeza (¿son ideas mías o estoy haciendo demasiadas referencias a canciones de Calamaro?)

En fin, no quería que pasaran más días sin escribir aquí  Un poco quería hacer un recuento de cómo ando y ver cómo anda la gente que me lee ¿hay alguien que me lee todavía? 

Los ejercicios son una parte ahora importante en mi, me da un poco de pena, no se por qué. Aun conservo mis filias y fobias intactas, no he dejado la medicación pero... estoy bien con eso,se que no todo gira entorno a eso. La vida tiene muchas cartas.

Abrazos,

Diana.