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lunes, 10 de junio de 2013

Ansiedad ¡Controla a esa hija de puta!




Son casi las ocho de la noche y en una esquina de la sala hay cuatro bultos de la nueva presentación de la CocaCola, en la mesa del comedor hay un contenedor con tres ponquecitos de vainilla y chocolate, en la puerta de la nevera hay media barra de chocolate, debajo de ella hay tres botellas más de refresco, en la repisa del medio hay un kilo de queso blanco, en la alacena hay una bolsa con 14 panes frances y junto a una bolsa de pasta hay una bolsa con polvo para una bebida achocolatada. Acabo de cenar unos rollitos integrales con atún y lechuga. Estoy llena, fue una buena y rica cena, pero con más de veinte años ejerciendo en el lado oscuro, cambiar de hábito es un trabajo a tiempo completo.



Controlar la ansiedad en todos los niveles es un tema importante en mi vida. Controlar la ansiedad por la comida es el tema a tratar en este espacio, por lo que me he dado a la obsesiva tarea de dominar y diferenciar la ansiedad y los antojos de la verdadera sensación de hambre.



La ansiedad es Hulk y el hambre común es el Dr. Banner. Controlar la ansiedad por la comida o no, es un asunto de milésimas de segundo, a veces tenemos comida cerca como les comenté al inicio de este escrito, lo sabemos, si ese ponquecito esta allí y estamos predispuestos a ello vamos a pensar en ese maldito ponquecito hasta que nos gane el sueño, o bien no lo dejaremos en paz hasta que nos lo comamos. A veces hay días lindos en donde nuestra lógica nos invita a “celebrar” ese algo con una salida a comer fuera, cualquier excusa es buena para comer eso que tanto nos gusta, así sea una torta vieja de panadería y un vaso de CocaCola en el sofá un sábado a la una de la madrugada, muchas otras veces “el mundo se acaba”, “moriré sola”, “mi familia no me entiende”, “malditos jefes”, “lo extraño”, “lo odio” “¿por qué a mi?”, “¿por qué a mi no?”.Y no, no vas a morir gorda, sola y desdichada si no te comes esa pizza fría a las tres de la mañana. Calma.



Una manera física y rápida de chequear si lo que tienes es ansiedad (y esto lo digo por pura experiencia propia) es que el hambre se siente en el estómago, la ansiedad en las muelas, esa parte de la boca me comienza a salivar mas de lo normal, es un cosquilleo en la lengua, muchas veces me encuentro apretando los dientes, ESO es ansiedad. No todo el tiempo la vamos a poder controlar, esta bien ser impulsivo, pero cuando realmente queremos hacer las cosas bien, sentirnos bien y no mas o menos, les voy a dar unos consejos para evitar comer a deshora.



  1. La comida no es amor. Esto lo haz escuchado mil veces, y es cierto, say no more. Anteriormente les he hablado sobre evitar las satisfacciones instantáneas. Lo que esta en tu plato no tiene corazón, no te dirá que te quiere ni te sonreirá ni hará NADA de eso que nos gusta. Así que piensa en esto, y aquí es donde viene mi thug love: es preferible estar triste y bien alimentada que triste y con sentimiento de culpa por lo que acabas de comer. Siéntete mal, llora un poco, llora mucho, esta bien sentirse miserable ¡pero no involucres a la comida, será peor! 
  2. Tumblr. Cuando comiences a sentirte verde y fuerte, siéntate frente al computador y busca palabras como fitness, weight loss, healthy food. Veras como todas esas frases de ánimos, esas imágenes de gente que está haciendo lo mismo que tú te inspirarán, te devolverán la cordura y te recordarán por qué quieres este cambio.
  3. Toma agua. Muchas veces no tienes hambre, muchas veces lo que estas es muerta de sed. Insito, aprende a escuchar tu cuerpo ¿sientes tu lengua áspera, la saliva espesa y la boca apretada? Tomarte dos, tres, cinco vasos de agua fría y luego vuelve a preguntarte si lo que tienes es hambre.
  4. Come… a tus horas, anteriormente les he hablado sobre como comer durante el día. Si cumples un buen horario de comida es poco probable que tengas ansiedad tan seguido. Tener la seguridad que en poco tiempo comerás de nuevo te quitará la presión de salir despavorida a prepararte un pan con queso.
  5. Mírate en el espejo. Mira todo lo que has logrado hasta hoy. Te has esforzado mucho ¿vas a arruinarlo? ¿ese perro caliente vale todo el sudor derramado? Si estas comenzando no te martirices en el espejo, pregúntate ¿Quiero seguir viendo esto en el espejo o quiero ver otra cosa? Si quieres resultados distintos, tienes que cambiar tus comportamientos.
  6. Se sorda selectiva. Siempre esta esa buena persona a la que quieres tanto que te dice que por una vez no pasará nada, sabes, bajo esta premisa se hacen muchos  bebes… cuídense, en ambos casos. Cada quien tiene sus maneras, así que si sabes que no te conviene comer eso, no lo hagas, la amistad no se va a acabar por eso.



La comida siempre va a estar allí. No somos perfectos pero me tomo el atrevimiento de robarme una premisa que usan los alcohólicos anónimos, Un día a la vez, piensa en micro y construirás en macro.



Cuídense, quiéranse.

Diana.

1 comentarios:

más fácil, más básico, más iva dijo...

chama de pana yo quisiera tener esa fuerza de voluntad que tu tienes

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